Nueces y colesterol

Las nueces ayudan a reducir el colesterol en sangre y a prevenir enfermedades de tipo cardiovascular, según estudios recientes.

Las nueces, al igual que el resto de frutos secos, son más conocidas por su alto valor calórico que por sus positivos efectos en la salud del corazón. El tipo de grasa que contienen es rica en ácidos grasos insaturados, con un efecto comprobado en la mejora de parámetros cardiovasculares como el nivel de colesterol, el estado de las arterias y la hipertensión.

Aunque sean muy energéticas, puedes incluir en puñado de nueces en tu alimentación prescindiendo de otros alimentos grasos que comes habitualmente. Por ejemplo, en sustitución de la mantequilla, embutidos, patés, quesos o patatas fritas que tomas como aperitivo.

Son varios los estudios que se han llevado a cabo para comprobar la relación existente entre el consumo regular de nueces y la reducción del colesterol en sangre. Según constatan los científicos, las nueces ayudan a controlar el colesterol y los triglicéridos y reducen el riesgo de enfermedad cardíaca. Aunque no se conoce con exactitud por qué las nueces tienen este efecto, se cree que podría deberse a los fitoesteroles que contienen, los cuales bloquearían la absorción del colesterol a nivel intestinal.

En el pasado ya se había demostrado que las nueces y los frutos secos en general son muy beneficiosos para la salud, ya que aportan proteínas, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Consumidas frecuentemente y en su justa medida, las nueces contribuirían a mejorar el perfil de lípidos de la población. No obstante, hay quien piensa que comer nueces es sinónimo de ganar peso o engordar, razón por la cual prefieren no consumirlas a diario ni con la frecuencia deseada.

En este sentido, también hay estudios destinados a comprobar si la ingesta de una cantidad determinada de nueces incide en el peso y la composición corporal de los consumidores. En base a los resultados, podemos concluir que el consumo de 30 o 35 gramos de nueces o frutos secos no repercute en el peso corporal, aunque suponga un aporte extra de calorías en la dieta.